viernes, 13 de noviembre de 2009

Evocación

Hoy me he bañado en torrentes de imágenes viejas. El rastreo de registros me ha llevado a los días de nuevos amigos, no tan viejos ahora, pero no tan cercanos como ahora. Felicitaciones, "manotazos" y alguno que otro chiste de neoconservador me devuelven a momentos de felicidad ingenua, donde nada era lo suficientemente importante como para preocuparse por ello. No había miedos, sólo expectativas. No había grandes inseguridades, sólo pequeñas dudas.

Para mi fortuna, aunque no parezca, ese momento es obligadamente pasado: los lazos son ahora más fuertes; las miradas, más detenidas; los saludos, más afectuosos; las conversaciones, más abiertas y profundas. Las angustias han crecido, pero asímismo la capacidad de disolverlas...ellos han visto y ayudado en el proceso.

Y a pesar de todo, el de hoy fue un torrente de agua fresca, una vuelta a momentos irrepetiblemente felices, un recuerdo de la fuerza de las amistades construídas con sinceridad. En medio de tanta incertidumbre inquietante, son certezas tranquilizadoras.